Hoy,
día 19 de marzo de 2012, se cumplen 200 años de un día histórico en nuestro
país, uno de esos días que cambian para siempre a una nación, un cambio que
perdura hasta nuestros días, el cual somos conscientes que tenemos que
mantener al precio que sea. Fue una revolución de un puñado de liberales contra
la tiranía y la opresión, una revolución llena de obstáculos, pero con unos
objetivos tan nobles que no podían quedarse en la orilla, había que
conseguirlo. Y se consiguió.
Ese
grupo de españoles consiguió para nuestro país la primera Constitución de
nuestra historia, en la que España se hizo mayor de edad, donde dijimos al
mundo que apostábamos por la soberanía nacional, por los derechos de todos los
ciudadanos.
Y todo ello se produjo en Cádiz, en Andalucía, justo el lugar en el
que el próximo 25 de marzo tendremos que tomar otra importante decisión. Y,
nuevamente, los andaluces tenemos que volver a elegir entre dos caminos
radicalmente distintos, la derecha o la izquierda. El camino del progreso marcado
por Griñán, o el de los recortes que propone Arenas, siguiendo la línea a la
que nos está sometiendo Rajoy en España, línea que ya están censurando desde
Europa.
En
efecto, Griñán abandera el espíritu de aquellos liberales revolucionarios con
los que comenzaron los derechos y libertades de los que hoy disfrutamos. Hoy un
voto al PSOE es un voto por mantener estos derechos, en esta lucha por la igualdad
entre todos los ciudadanos andaluces. Un voto al PP, una vuelta atrás en el
tiempo, un retroceso en el camino que nos marcaron en Cádiz.
Hace justo
dos siglos, a pesar del viento conservador que dominaba el país, en Andalucía
apostamos por el inicio del Estado liberal del que hoy gozamos. El próximo
domingo, también en Andalucía, se repite la historia. Y los andaluces, como
entonces, volveremos a acertar, marcaremos de nuevo el camino: votaremos a
Griñán.
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